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Los vecinos de Ali, en Vitoria, se encontraron a finales de enero con que un vecino del pueblo está realizando unas obras para colocar una antena de telefonía móvil de unos siete metros de altura. La cuestión es que nadie había sido informado de dicha instalación.

José Ignacio Fernandez de Larrea, presidente de la junta administrativa, expresó su indignación al ayuntamiento de Vitoria que decretó la paralización de la obra por no contar con la necesaria licencia urbanística.

Al parecer se trata de una casa propiedad de varios hermanos del pueblo, que utilizan dicho inmueble como garaje «Aprovechan esto y se sacan un dinero así que es normal que no contaran con nosotros desde el principio porque ya sabían cuál iba a ser nuestra respuesta», añade el responsable de la junta.

Los vecinos enviaron un escrito al ayuntamiento de Vitoria para mostrar su rechazo a la instalación de dicha antena, que según los vecinos, incumple dos artículos de la ordenanza pública que regula las instalaciones radioeléctricas pertenecientes a las redes de telecomunicaciones. El servicio de edificaciones municipal reaccionó ante el documento de los vecinos y ordeno la paralización inmediata de la instalación pese a que la empresa de telefonía presentó el proyecto en diciembre y ya había hecho toda la instalación, recordemos que sin licencia alguna.

Los vecinos ahora piden que se desmonte por completo la instalación, empiezan a preocuparse por los posibles efectos de salud que corren a causa de los campos electromagneticos, «Nos dirán que hay estudios que dicen que no pasa nada, pero la realidad es que nadie quiere vivir al lado de una», concluyen.